domingo, 30 de agosto de 2020

E DE ESCRITO ESCRITORIO ESCRITORA ELEVADOR



Cuando habitaba esta sonrisa
moraba en el castillo rojo
donde recuperé alientos
palimpsestos
papiros
palabras
de una memoria escrita sólo allí

(recado para la casita de las brujas 2020)

 

martes, 18 de agosto de 2020

Rompiendo el Círculo vicioso: o cómo la energía se renueva en quien somos realmente

Rompiendo el Círculo vicioso, 1962.










En Rompiendo el Círculo Vicioso donde la heroína se apodera del control y se libera de la pasividad y de las limitaciones. Con unos enormes ojos que miran fijamente, como si estuviese en trance, hace acopio de fuerza para romper la cuerda que le rodea el cuerpo. Tiene los pelos de punta porque está electrizada, a causa de la carga de energía que supone lo que ha hecho, y al romper el “círculo vicioso” le aparece dentro del pecho un denso bosque verde, el profundo lugar donde habita su subconsciente, que ahora se ha hecho accesible. Acompañada por un pájaro, un símbolo jungiano de la trascendencia, que se cobija entre los pliegues de la capa, a sus pies, ha conseguido dar un paso decisivo en su andadura espiritual. Rompiendo el Círculo Vicioso-1962 mixta/cartón (del Blog R.Varo)

jueves, 13 de agosto de 2020

Es la brújula de agosto


 Cómo llegar al día del cumpleaños

sin remoras

heridas

con una brújula sútil

que te diga: estás aquí.

1.

Me atraviesan varias alas

varios nortes,varios orientes,

no acabo de contemplar el instante

no acaban los nudos que atan el llanto


no acaban de emanar

dejar que la mirada se abra


se escape toda melancolía

todo lo que se dice cuando se levanta la mano del adiós

el cambio fugitivo se cuela

el atardecer furtivo me dice que si, abre las manos,

vuelo de pájaros 

vuelo de estos días aciagos

vuelan se desenlaza este ciclo

solamente es el tiempo testigo de mi vaivén

de ser nada

de renacer en 2020

desde hace 52 años 

medio siglo de barcas rotas, renovadas, navega

nómada y náufraga

se cierran como flores las horas pasadas

se abrirán como magnolía los instantes de la mente liberada

libero el pasado hoja a hoja

día a día hasta llegar al día

se acerca la barca

un "dios mineral" hace señas

la barca es ya el vaivén

iluminados instantes

fulgor abre las puertas

asoma a las ventanas

la barca es esta edad que crece

se llena y se vacía

nada soy

y la barca de mi cuerpo asombrada

pregunta

cuál es la brújula que seguiré

me descubro mirada al cielo

golpe de sol, lluvia, viento calor

un camino se abre diáfano

una voz se levanta

es la diáfana luz

me atraviesan varias alas.

 

2.

La lluvia abre el cielo

retorno a su fresco rostro

aligerantes

recurrentes estados 

nirvana la tormeta

nirvana el instante

nirvana las gotas

trasciendo la forma de la herida

que fue la huella pasada,

transformo el camino hacia la

herida de la letra 

en tonos y voces

en versos y prosas 

ganar el cielo por mojarse de lluvia

retorno al nirvana del instante

todo quedó en aquella barca del fado

ahora vacía

no soy nada

ligeramente navegar

no soy nada

navego en la lluvia

que me unge para este día

mañana la dakini despierta

es ya su nirvana 

esta lluvia regalo de rayos

agua, agua, subo a la barca

abrazo mi brújula interior

ha dejado las geografías dolientes

ha retornado a puerto en gozo

hacia el nirvana de una lluvia

que late desde el corazón del presente.

 

 

 

Santa María la Rivera, agosto-2020,una tarde para despedirse...



DING Confianza


TU VOZ ES UN ECO, NO TE PERTENECE 
Tu voz es un eco, no te pertenece, no se extingue con el soplo que la exhala. Tus pasos se desprenden de ti y hacen caminar un fantasma intangible y perpetuo que te expulsa del sitio donde vives tan pasajeramente y te suplanta. Tanto mi tacto extremas y prolongas que al fin no toco en ti sino humo, sombras, sueños, nada. Como si fueras diáfana o se desvaneciera tu cuerpo en el aire, miro a través de ti la pared o el punto fijo y virtual 12 que suspende los ojos en el vacío y por encima de las cosas en movimiento. 
Jorge Cuesta

 http://www.materialdelectura.unam.mx/images/stories/pdf2/jorge-cuesta.pdf

confesar que he caminado este viaje inmóvil aún

Muro de la confesión. 1. Extrañar mis pasos perdidos en estas calles ateridas. Ya no camino por sus orillas, me pierdo en la vigilia de mi c...