martes, 24 de enero de 2012

haiku que asciende a la montaña

Borges en Japón
 Yo pude conversar con un monje de un monasterio budista...el Nirvana inexplicable "toda palabra presupone una experiencia compartida" pero si no ha estad en Nirvana no puede comprenderla.


HAIKU                                                                                                                     TANKA

Lama mírame                                          Soy A, Dza

soy yo quien te mira,                               doy a Luz camino sin huella.                                                                                    trino:lavoz
                                                             sílaba sagrada
                                    néctar incesante.

Son Budas, son
¿humano purificar?                              
visión de agua.
A Rinpoche Tenzin W.
Tu rostro
manifestación del Buda
desde tu boca lenguaje  Crepuscular
cantas y las aves contigo
grillos recién nacidos
brincan a tus pies.
Escucha al viento
verde rumor de alas
luz:chamma ling.


De la Primavera
súbito lila místico
la Jacaranda.

Mira florecer
primavera secreta
entre lágrimas.

Camino verde
saltos de rana
el haiku Búdico.

Montaña tepuztli
muestra sus puertas,
ella, es así.

  Tepoz- a los Cabos-
Llegué con el sol
adiós primavera
hacia el agua voy.

Poesía sintética
haiku en flor
Primavera-Verano.


la voz del Haiku que asciende hacia el espacio, la contemplación...


H a i k u 
la imagen de la contemplación
 
por
Edna Aponte
Es camino de
ave y crepúsculo,
vuelen luciérnagas
(edna aponte)
 
Sopla el viento;
su única compañera
es la luna en el cielo.
(Boncho)

                                                                                                 a Xavi por esa nit turbulenta, donde encendimos una y                                                                                                                                 A LA LUZ QUE VIVÍ EN en Tepoztlán.
Escucho al pie de la montaña  tu corazón,  el crujir de las hojas secas como un llamado insistente de cigarra: Haiku, haikai, haiku.
 
Mientras otra voz entrañable cura al corazón ajado: “apenas el rumor, la poesía, la imagen pueden hacernos vislumbrar en que consiste la nueva visión... espacio donde se acentúa el lado interior de las cosas... 
 
Estado del haiku, semántica, el haiku es satori” y el estado de satori implicaría no precisamente saber la verdad como estar en ella, entre líneas leemos a        a Octavio Paz: 
quien revela la esencia del Haiku a través de la obra de Basho, el monje budista que alternaba la meditación con la poesía.
 
De esta voz tomo el néctar,  el corazón gradualmente recupera el color de su latido, el instante que le ayude a crear luego atravesar el puente hacia el otro lado, hacia el estanque quizá;
Un viejo estanque
Salta una rana ¡zas!
Chapaleteo
(matsuo basho)

“ El haiku es una pequeña cápsula cargada de poesía capaz de hacer saltar
 la realidad aparente “

Haiku  enseña cómo mirar y recibir el néctar de una contemplación. Sólo sugiere, mira lo que tienes ante ti. Una sola mirada para un sólo instante. Contemplar un objeto para interiorizarlo y permanecer en su enigma y energía, en su realidad. Haiku es la escuela de la concentración. (Basho )... los meses y los días son viajeros de la eternidad. El año que se va y el que viene también son viajeros. Supe entonces que somos los viajeros del instante. Creí que;
este camino/
ya nadie lo recorre/
salvo el crepúsculo (Basho).

También observé en esta camino hacia la senda del haiku algo que se bebe:  el té y su  teísmo,  encontré que la belleza, aún en lo sórdido se manifiesta. Así como aprendí a reírme de todo sin ofender a nadie, porque la risa nos perfecciona. Por lo que una noche... detuve mi mano para dejar la tasa de té intacta; porque en ella se reflejaba la luna.
Sentí entonces que en una de mis lágrimas latía la purificación del mar. 
 
Ese instante que puede derrumbar al tiempo. Descubrí el sentido que deja el humor, la poesía, las imágenes donde nace esta nueva visión. El maestro Paz anotaba que eras el Satori mismo. La escritura como una forma de iluminación poética y liberación, espacio para que el espíritu manifieste su belleza, levedad y revelaciones. 
 
La experiencia de lo sagrado en lo cotidiano. La belleza de la impermanencia en este “viaje inmóvil” donde ocurre tan sólo el alba, la lluvia o el crepúsculo (también el caos).
 
¡Pero cuántos instantes para llegar a este!, entre cuántas pinturas del mundo fugaz¡
 
La belleza o el poder de este momento es único, no hay otro momento como este. Sabor único, de la sabiduría del camino que nos muestras, al dejarnos quietos en el instante que luego se moverá; aprendemos a "no perseguir el pasado. No invitar el futuro .Lo que se presente dejarlo venir. Dejarlo ser Dejarlo ir" (Tenzin Wangyal)
 
Miro al cielo (mente) separo las nubes, se alejan, limpio el cielo, azul profundo, momento crepuscular que nos deja en la contemplación del espacio, donde todo se despeja y se disuelve.
 
Aquí, ahora, la alforja se nutre y el camino se abre como un sencillo homenaje a la profunda belleza del instante: haikai. Haiku: luz de gozo hacia la contemplación del instante. Aquí otra voz llama mi atención escucho, humano detente ... llegaste al sabor único, como la meditación; haiku es una experiencia.
 
Para el mosquito
También la noche es larga
larga y sola
(kobayashi)
 
El Haiku es una visión instantánea y profunda, efímera y permanente y un breve canto canoro. El haiku es producto de un estado de franca iluminación, semejante al que se experimenta en el ejercicio del koan de budismo zen, pero; además este poema intenta transmitir esta iluminación,” (Toshiro Tanaka)

El Haiku es una visión instantánea y profunda, efímera y permanente y un breve canto canoro. El haiku es producto de un estado de franca iluminación, semejante al que se experimenta en el ejercicio del koan de budismo zen, pero; además este poema intenta transmitir esta iluminación,” (Toshiro Tanaka)



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lunes, 2 de enero de 2012

La escritura invisible: preposición que nos lleva ante, hacia, detrás, entre...

La puerta de la creatividad


La escritura creativa es como una puerta. La llave la tienes tú. Las manos para escribir, el corazón y la mente para crear. Esta puerta se abre y se cierra por ciclos o por imágenes, o por cuento o poema, es una unidad lingüísticamente perfecta: esto significa que tienes un “concepto y la imagen acústica” en una sola emisión de escritura creativa. La escritura creativa nos abre la puerta que Elías Canneti llama “la conciencia de las palabras”. Este darse cuenta de lo que se trae entre manos, entre mente y corazón. Es la forma en la cual las mujeres tejemos nuestros atuendos.La conciencia de las palabras fluye del constante latido que cada ser humano emite a través de otra puerta que apoya la creación: la voz. La emisión de este sonido articulado de la lengua, nos dice que la comprensión entre los humanos es algo natural puesto que hablamos la misma lengua, en  este caso el español. Sin embargo a veces no es así, ya que interfieren ciertos obstáculos que la familia humana hemos creado basados en emociones y convenciones de uso de la lengua. Pero nada pueden bombas donde sobra corazón, cantaban los partisanos españoles. Así que  nada que esté dicho desde el corazón que es  la voz del alma nos puede ser ajeno a los humanos.

Con este apoyo, la energía de la voz, se transforma en ese diálogo interior donde abrimos el espacio para la escritura, para crear y tocar la flauta del alma, para decir que la poesía sustrae de las rocas rupestres glifos o haikai tan antiguos como el origen de la vida. Somos así, palimpsestos vivos, escritores rupestres que trazamos las escrituras creativas desde lo más elemental primero, para llegar al centro de la mina, donde están las joyas preciosas, las palabras que engendran la historia, el relato, el poema, el haiku, el aforismo. “La poesía crea realidad, crea presencia” Antonio Porchia, escritor de aforismos; escribió en uno de sus aforismos: “Los poetas son los legisladores no reconocidos de la realidad”.

Los creadores rupestres tenemos llaves de cuevas antiguas donde entramos y salimos, nos retiramos y rezamos, aguardamos balanceándonos para acunar la creación que se manifiesta. Las cuevas de un escritor de escrituras rupestres tienen características ínti,as: por ejemplo el que inicia en este camino hacia la palabra será quizá como el que inicia camino rumbo a la sierra,  o hacia el mar, o rumbo al bosque, o hacia el cielo: espacio del corazón, donde la mente se fusiona para liberarnos, para volar con las alas de genio que se aparece cuando creamos, cuando vivimos la inspiración como un trabajo cotidiano en el cual la palabra llega con su semilla y brota. Y así quedamos preñados de la creación, acunamos en nuestra cueva, hasta que tome forma y lata el corazón por sí mismo.Por todo lo cual la puerta de la cueva tiene una llave que se llama voluntad, palabra, acción, manifestación, sin esta llave parece que la inspiración se derramara en fantasías frías, en fosforitos inútiles que nos hacen creer que la hoguera de la creación ha iniciado su combustión.

“La creatividad cambia de forma…Es como un espíritu deslumbrador que se nos aparece a todos, pero no se puede describir, pues nadie se pone de acuerdo acerca de lo que ha visto en medio de aquel brillante resplandor…" "¿Tocar amorosamente las hojas de una planta, concertar el acuerdo de tu vida”, cerrar el telar, encontrar la propia voz, amar bien a alguien? Todo esto es fruto de la vida creativa. Todas estas cosas pertenecen a la Mujer Salvaje…” (Mujeres que corren con los lobos, p.483) Quienes ahora escribimos sobre creatividad y sus procesos estamos obligadas a reunirnos en la cueva-libro de quienes se acerquen a respirar con sus palabras..Crear (lat. Creare) significa producir vida o cualquier otra cosa donde antes no había nada. La puerta llamada creación también nos conduce a la cueva del alimento sagrado, a la nutrición universal. 

“La Creación de algo en un punto determinado del río alimenta a los que se acercan a é l, a las criaturas que se encuentran corriente abajo y a las del fondo. La creatividad no es un movimiento solitario. En eso estriba su poder. Cualquier cosa que toque, quienquiera que la oiga, la vea o la perciba, lo sabe y se alimenta. Es por eso que la contemplación de la palabra, la imagen o la idea creativa de otra persona nos llena y nos inspirara en nuestra propia labor creativa. Un solo acto creativo tiene el poder de alimentar a todo un continente…” (op cit p.485) El alimento es tan necesario para la vida como la creatividad, como la palabra como la escritura. Sentimos en imágenes, pensamos en palabras, descansamos en la inspiración que alimenta el alma, la voz.

Escribir desde la cueva también responde a los ciclos de la naturaleza, por lo que la puerta estará abierta, semi abierta o cerrada, según el ciclo en el cual nos encontremos. Si nos cansamos, es propio de la naturaleza, si nos energizamos, es propio de la naturaleza, si nos concentramos ferozmente es la naturaleza, y las etapas o ciclos nos son esenciales. Ya que la puerta que hemos abierto requiere de la manutención necesaria para sostener su ritmo. De lo contrario si se cierra o se abre sin que estemos atentos, despiertos, pues derramaremos mucha agua, y en este principio de siglo el planeta azul no puede desperdiciar ni una gota más. Agua que no has de beber, no te la sirvas… Agua que has de beber, agradécela.

Puedes tomar una llave que sea tu símbolo de creador rupestre y un recipiente con agua, para que te acompañen durante tu escritura, esto te recordara que tienes el poder de fluir, fluir para crear, crear para fluir... de ser claro, de ser conductor de energía, de ser flexible, y contenedora de todo lo que llegue para tu creación, y la llave, -ya los sabes- es la compañera de tu puerta interior, es tuya, úsala es la herramienta de cualquier escritor de escrituras creativas (rupestres). 
-copy: Avándaro, 20013, Edna Aponte taller de escritura creativa-

confesar que he caminado este viaje inmóvil aún

Muro de la confesión. 1. Extrañar mis pasos perdidos en estas calles ateridas. Ya no camino por sus orillas, me pierdo en la vigilia de mi c...