Carta de Julio Cortázar a Roberto Juarroz
7 de marzo de 2007
·
Archivado en
Cortázar Julio,
Juarroz Roberto,
Narrativa,
Poesía
Perdóneme
que haya tardado tanto en contestarle, pero no hace mucho que volví a
París después de unos meses de trabajo en Viena. Hace tiempo que quería
decirle que la revista me es muy preciosa en la medida en que puede
hacerme oír desde tan lejos las voces nuevas y jóvenes de la argentina.
Pero ahora le escribo por otra razón más imperiosa: acabo de terminar la
lectura de Segunda poesía vertical y
estoy todavía maravillado, sin dar ese paso atrás que inevitablemente
damos después que un poeta nos ha hecho avnzar un poco más hacia la gran
verdad de su mundo, del mundo. Sus poemas me parecen de lo más alto y
lo más hondo (lo uno por lo otro, claro) que se ha escrito en español en
estos años. Todo el tiempo he tenido la sensación de que usted logra
asomarse a lo que busca con esa visión totalmente libre de impurezas
(verbales, dialécticas, históricas) que en el alba de nuestro mundo
tuvieron los poetas presocráticos, esos que los profesores llaman
filósofos: Parménides, Tales, Anaxágoras, Heráclito. A usted (y a ellos)
le basta mirar en torno para que toda visión prosaica caiga en pedazos
ante ese apoderamiento total del ser por la poesía. He leído en alta voz
los poemas que más entiendo (otros se me escapan o me reclaman una
interpretación, que es quizás un autoconsuelo por no poder intuirlos de
una sola vez), y en cada caso se ha repetido esa sensación prodigiosa de
extrañamiento, de rapto, de acceso.
Siempre he amado una poesía que procede por inversión de signos; el uso de la ausencia en Mallarmé, algunas "anti-esencias" de Macedonio, los silencios en la música de Weber. Pero usted potencia hasta lo increíble esas inversiones que en otras manos suelen acabar en juegos de palabras. Y entonces, esa mirda que ve y la mirada que no ve, una vez retorcidas en un mismo hilo, son algo prodigiosamente fecundo, una invención de ser.
Hacía mucho que no leía poemas que me extenuaran y me exaltaran como los suyos, y se lo digo así al galope y sin releer, porque al final uno se pone tonto y le dan miedo tantas palabras sonoras. Pero siento que usted me creerá, y que ya somos amigos, y un abrazo.
Julio Cortázar
Read more: http://bibliotecaignoria.blogspot.com/2007/03/carta-de-julio-cortzar-roberto-juarroz.html#ixzz2VOYH309x
No hay comentarios:
Publicar un comentario